Letra sin acordes
Aramos nuestros campos,
y luego el sembrador
en ellos la simiente
esparce con amor.
Mas es de Dios la mano
que la hace germinar,
calor y lluvia dando
a todos por igual.
El hacedor supremo
de cuanto existe es él.
Su aroma da a las flores
y a las abejas miel.
Las aves alimenta,
de peces puebla el mar,
y da a las gentes todas
el cotidiano pan.
Mil gracias, Dios, te damos
por cuanto bien nos das:
la sembra y la cosecha,
salud, la vida, el pan.
No hay con qué paguemos
lo que nos da tu amor,
más que nuestro sincero
y humilde corazón.
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