Letra sin acordes
Creo, Señor, firmemente
que de tu pródiga mente
todo este mundo nació,
que de tu mano de artista,
de pintor primitivista,
la belleza floreció:
las estrellas y la luna,
las casitas las lagunas,
los barquitos navegando
sobre el río rumbo al mar,
// los inmensos los cafetales,
los blancos algodonales
y los bosques mutilados
por el hacha criminal. //
Estr.:
Creo en vos,
arquitecto, ingeniero,
artesano, carpintero,
albañil y armador.
Creo en vos,
constructor de pensamiento,
de la música y el viento,
de la paz y del amor
Yo creo en vos, Cristo obrero,
luz de luz y verdadero
unigénito de Dios,
que para salvar al mundo,
en el vientre humilde y puro
de María se encarnó.
Creo que fuiste golpeado,
con escarnio torturado,
en la cruz martirizado
siendo Pilato pretor:
// el romano imperialista,
puñetero desalmado
que, lavándose las manos,
quiso borrar el error. //
Yo creo en vos, compañero,
Cristo humano, Cristo obrero,
de la muerte vencedor;
con tu sacrificio inmenso
engendraste al hombre nuevo
para la liberación.
Vos estás resucitando
en cada brazo que se alza
para defender al pueblo
del dominio explotador;
// porque estás vivo en el rancho,
en la fábrica, en la escuela,
creo en tu lucha sin tregua,
creo en tu resurrección. //
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