Letra sin acordes
Cristo no tiene otro cuerpo en la tierra,
sino tu cuerpo, mi cuerpo, nuestro cuerpo.
Tus manos sirviendo, son su manos de amor.
Tus pies sin cansancio llevan su compasión.
Tus ojos inquietos reflejan su perdón.
Tu voz cuando canta es su propia voz.
Cuando tú bendices, bendice el mismo Dios.
Eres en el mundo el cuerpo de Jesús.
Cristo no tiene otro cuerpo en la tierra,
sino tu cuerpo, mi cuerpo, nuestro cuerpo.
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