Letra sin acordes
El banquete ya está listo,
acerquémonos con fe;
nos invita el mismo Cristo
a comer de su conqué.
Qué chula se ve la mesa
con su blanco y gran mantel
y sobre ella el pan sabroso
que nos ha de sustentar;
con el vino delicioso
todos vamos a brindar.
Estr.:
// Hoy, Señor, tenemos hambre
de trabajo, techo y pan;
danos ya tu cuerpo y sangre,
danos combatividad.//
Quien acepta el pan y el vino,
acepta la comunión
con la lucha y el camino
de Jesús en su pasión.
Ofrendar también su vida
en generosa oblación,
darse entero y sin medida
en cada paso y acción
con el pueblo que se alza
por su reivindicación.
Estr.:
Este gesto generoso
te agradecemos, Señor;
es misterio tan hermoso
tu sacrificio de amor,
al darte como comida
en el duro caminar,
de tu pueblo tan hambriento
que lucha por mejorar
sus condiciones de vida
y poderse organizar.
Estr.:
Al comer tu cuerpo y sangre
vive la comunidad
para seguir adelante
cumpliendo tu voluntad
de repartir entre todos
los bienes de la creación,
siendo ejemplo entre los lobos
de justicia y comunión;
siendo ejemplo entre los lobos
de la gran liberación.
Estr.:
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