Letra sin acordes
Dancé la mañana cuando el mundo nació y dancé en las estrellas, la luna y el sol.
Descendí de los cielos y en la tierra dancé, en un pesebre comencé.
Estr.:
Ven tú conmigo a danzar, pues el Señor de la danza soy dondequiera esté,
allí también estoy y en la danza yo te quiero guiar.
Para el fariseo y el escriba dancé; no quisieron danzar cuando yo los invité.
Y llamé pescadores a Jacobo y Juan, la danza pudo continuar.
Dancé en un sábado y un cojo sané; me azotaron, me hirieron colgándome al fin.
Y dancé aquel viernes las tinieblas sin par, en una cruz para morir.
Mi cuerpo enterraron como último adiós; y pensaron así ya la danza terminó.
Pero yo soy la vida y la resurrección, yo soy la danza y aquí estoy.
En los corazones de los hombres entré; pues la danza soy y nunca moriré.
Viviré con ustedes si es que viven en mí, en danza que no tiene fin.
/// Versión Mil Voces para Celebrar:
Dancé en la mañana cuando el mundo nació
y dancé en las estrellas, la luna y el sol;
descendí de los cielos y en la tierra dancé,
y fue mi cuna allá en Belén.
Estribillo:
Ven, pues, conmigo a danzar,
que el Señor de la danza soy,
y doquier estén allí también yo estoy
y en la danza a todos les puedo guiar.
Para el fariseo y el escriba dancé,
no quisieron danzar cuando yo les invité;
y llamé pescadores, a Jacobo y a Juan;
la danza pudo continuar.
Dancé en un sábado y un cojo sané
y la gente piadosa me dijo que era infiel;
me azotaron, me hirieron, me colgaron al fin
en una cruz para morir.
Dancé en un viernes de tinieblas sin par,
con el diablo a cuestas no es fácil danzar;
enterraron mi cuerpo como un último adiós,
mas soy la danza y aquí estoy.
Postrado en la tierra, a los cielos salté,
pues la danza soy y yo nunca moriré;
viviré con ustedes, si es que viven en mí,
en la danza que no tiene fin.
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