Letra sin acordes
Goliat, el filisteo,
armado y bravucón,
vencer quiso, en un hombre,
al pueblo del Señor.
Cuarenta largos días
paseó provocador,
amedrentando al pueblo
con su fuerza y valor.
Estr.:
Y David iba con Dios,
y Dios iba con David,
y David confiaba en Dios,
y luchaba Dios por él.
Con su honda y cinco piedras,
David salió a luchar,
sin lanza y sin escudo,
como un simple pastor.
Valiente, decidido,
al enemigo habló:
"Tu fuerza no me asusta,
mi fuerza es la de Dios".
Goliat, el engreído,
fue muerto por David
librando de amenazas
al pueblo de Israel.
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