Letra sin acordes
Hay un fuente sin igual
de sangre de Emanuel,
en donde lava cada cual
las manchas que hay en él.
// Las manchas que hay en él //
en donde lava cada cual
las manchas que hay en él.
El malhechor se convirtió
muriendo en una cruz,
al ver la fuente en que lavó
sus culpas por Jesús.
// Sus culpas por Jesús //
al ver la fuente en que lavó
sus culpas por Jesús.
Y yo también, cuan malo soy,
lavarme allí podré;
y en tanto que en el mundo estoy
su gloria cantaré.
// Su gloria cantaré //
y en tanto que en el mundo estoy
su gloria cantaré.
Tu sangre nunca perderá,
¡oh Cristo!, su poder,
y sólo en ella así podrá
tu iglesia salva ser.
// Tu iglesia salva ser //
y sólo en ella así podrá
tu iglesia salva ser.
Desde que aquella fuente vi,
mi tema sólo fue
tu redentor amor, y así
cantando moriré.
// Cantando moriré //
tu redentor amor, y así
cantando moriré.
Después cuando en la tumba ya
mi lengua muda esté,
canción más dulce y noble habrá
que en gloria cantaré.
// Que en gloria cantaré //
canción más dulce y noble habrá
que en gloria cantaré.
/// Versión Himnario Bautista
Hay un fuente sin igual
de sangre de Emanuel,
en donde lava cada cual
las manchas que hay en él.
Que se sumerge en él,
que se sumerge en él.
en donde lava cada cual
las manchas que hay en él.
El malhechor se convirtió
clavado en una cruz;
el vio la fuente y se lavó,
creyendo en Jesús.
creyendo en Jesús,
creyendo en Jesús.
el vio la fuente y se lavó,
creyendo en Jesús.
Y yo también mi pobre ser,
allí logré lavar;
la gloria de su gran poder
me gozo en ensalzar.
me gozo en ensalzar.
me gozo en ensalzar.
la gloria de su gran poder
me gozo en ensalzar.
¡Eterna fuente carmesí!
¡Raudal de puro amor!
Se lavará por siempre en ti
el pueblo del Señor.
el pueblo del Señor,
el pueblo del Señor.
Se lavará por siempre en ti
el pueblo del Señor.
Y sólo en ella así podrá
Tu iglesia salva ser.
/// Versión Canto y Fe:
Hay una fuente sin igual
que mi Jesús abrió;
y en ese puro manantial
mis culpas Él borró.
En el Calvario Él expió
mi culpa y mi maldad;
y por la muerte que sufrió
la gloria me dará.
Después que yo su gran amor
en sus heridas vi,
en Él confío con fervor;
su vida dio por mi.
Agrega una reseña