Letra sin acordes
Ya se ha abierto el cielo de un mundo en tinieblas
y en un pueblecito la luz descendió;
cuna de Belén, noche de esplendor,
en un tierno niño florece el amor.
A su nacimiento se inquieta la tierra,
de esperanza el pobre empieza a vivir,
y en su corazón renace la fe,
porque el Cristo niño le ayuda a crecer.
Estr.:
Por eso que nadie se duerma esta noche;
vigilia de cuerdas y bombos será,
porque Dios se asoma en el rostro del Niño,
y anuncia la aurora de la humanidad.
Por eso que nadie se duerma esta noche;
vigilia de cuerdas y bombos será,
porque Dios se asoma en el rostro del Niño,
y anuncia una aurora de paz.
Los sabios del mundo que buscan señales,
inician su marcha camino a Belén,
hacia la Verdad de una nueva Luz,
que al fin de la senda se hará sangre y cruz.
Los tiranos tiemblan ante esta noticia
de un rey que ni cetro ni espada tendrá,
pero que de amor, de justicia y paz,
su Reino en la tierra establecerá.
Estr.:
Siglos han pasado desde su venida,
cada Nochebuena le anuncia otra vez;
y en el corazón que sabe esperar,
de la vida el rumbo comienza a cambiar.
Ricos potentados son hoy sólo sombras,
sus glorias con ellos murieron al fin;
pero de Jesús el reino de Paz
por todos los tiempos prevalecerá.
Estr.:
/// Otra versión:
Ya se abrió el cielo de un mundo en tinieblas
y en un pueblecito las luz descendió;
cuna de Belén, noche de esplendor,
en un tierno niño florece el amor.
A su nacimiento se inquieta la tierra
de esperanza el pobre empieza a vivir,
y en su corazón renace la fe,
porque el Cristo niño le ayuda a crecer.
Estr.:
Por eso que nadie se duerma esta noche;
vigilia de cuerdas y bombas será,
porque Dios se asoma en el rostro del Niño
y anuncia la aurora de la humanidad.
Por eso que nadie se duerma esta noche;
vigilia de cuerdas y bombas será,
porque Dios se asoma en el rostro del Niño
y anuncia la aurora de paz.
Los sabios del mundo que buscan señales
inician su marcha camino a Belén,
hacia la verdad de una nueva luz,
que al fin de la senda se hará sangre y cruz.
Los tiranos tiemblan ante esta noticia
de un rey que ni cetro ni espada tendrá,
perro que de amor, de justicia y paz,
su Reino en la tierra establecerá.
Por eso que nadie se duerma esta noche;
vigilia de cuerdas y bombas será,
porque Dios se asoma en el rostro del Niño
y anuncia la aurora de la humanidad.
Por eso que nadie se duerma esta noche;
vigilia de cuerdas y bombas será,
porque Dios se asoma en el rostro del Niño
y anuncia la aurora de paz.
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