Letra sin acordes
Tres mujeres marchan, muy de madrugada,
con fúnebre intento de un postrer adiós.
Llevan en sus manos óleos y perfumes,
cargan en sus almas congoja y amor...
El maestro amado que a sus vidas diera
nuevas esperanzas y justo valor
fue crucificado, muerto y sepultado,
y su cuerpo frío tras la piedra está.
Estribillo:
¿Quién removerá, quién removerá
esa enorme piedra tras la cual está?
¡El crucificado que a buscar vinieron
ya se ha levantado y adelante va!
Ése es el mensaje que ellas deben dar
a sus seguidores, que ocultos están.
Fueron sorprendidas en su expectativa:
¡La piedra a un costado removida está!
Con gozo y con miedo salieron de prisa
a dar la noticia que les dio el Señor.
¡Pero sus hermanos no podían creerles!
"¡Delirio imposible! ¡Sueños de mujer!",
quedaron diciendo después de escucharlas,
hasta que lo vieron... ¡y nació la fe!
Otras piedras cierran hoy nuestro camino.
Piedad encubierta de resignación.
El prejuicio antiguo que igualdad nos niega,
que las tradiciones no quieren cambiar.
Mas, van irrumpiendo entre sus seguidores
esperanza, vida y solidaridad...
pues la vida es fruto de aquella potencia
que movió la piedra en la resurrección.
Coda:
¡El crucificado
no está entre los muertos!
¡Ya se ha levantado
y adelante va!
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