Letra sin acordes
Sublime gracia del Señor,
que rescató mi ser.
Andaba en la oscuridad:
¡Ahora puedo ver!
Su gracia me enseñó a vencer;
mis dudas ahuyentó.
¡Qué gozo siento en mi ser!
Mi vida Él cambió.
En los peligros y aflicción
que yo he tenido aquí,
se gracia siempre me libró
y me guiará hasta el fin.
Y cuando en Sion por siglos mil
alumbre como el sol,
yo cantaré por siempre allí
su amor que me salvó.
/// Versión Mil Voces para Celebrar (Cristóbal E. Morales):
Sublime gracia del Señor,
que a un pecador salvó;
fui ciego más hoy veo yo,
perdido y Él me halló.
Su gracia me enseñó a temer
mis dudas ahuyentó;
¡oh, cuán precioso fue a mi ser,
al dar mi corazón!
En los peligros o aflicción
que he tenido aquí,
su gracia siempre me libró
y me guiará feliz.
Jesús ha prometido el bien;
en Él puedo yo confiar;
habrá de ser mi escudo fiel,
en mi peregrinar.
Veré mi cuerpo perecer,
cesando lo mortal;
mas nueva vida gozaré,
de eterno gozo y paz.
Y cuando en Sión, por siglos mil,
brillando esté cual sol,
yo cantaré por siempre allí
su amor que me salvó.
/// Versión Himnario Bautista (Adolfo Robleto):
Oh gracia admirable, ¡dulce es!
¡Que a mi pecador, salvó!
Perdido estaba yo,
mas vine a tus pies;
Fui ciego, visión me dio
La gracia me enseñó a temer;
Del miedo libre fui.
¡Cuan bella esa gracia
fue en mi ser,
La hora en que creí!
Peligro, lucha y tentación,
Por fin los logré pasar;
La gracia me libró de perdición,
Y me llevará al hogar.
Después de años mil de estar allí,
En luz como la del sol:
Podremos cantar por tiempo sin fin
Las glorias del señor.
/// Otra versión:
Sublime gracia del Señor,
que un infeliz, salvó.
Fui ciego mas hoy miro yo,
perdido y Él me halló.
Su gracia me enseñó a temer,
mis dudas ahuyentó.
¡Oh, cuán precioso fue a mi ser,
al dar mi corazón!
En los peligros o aflicción
que yo he tenido aquí,
Su gracia siempre me libró,
y me guiará feliz.
Y cuando en Sion por siglos mil
brillando esté cual sol,
yo cantaré por siempre allí
Su amor que me salvó.
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