Letra sin acordes
Una espiga dorada por el sol,
el racimo que corta el viñador.
compartimos ahora en pan y vino de amor,
recordando el cuerpo y sangre del Señor.
Compartimos la misma comunión,
somos trigo del mismo sembrador,
un molino la vida nos tritura con dolor;
Dios nos hace pueblo nuevo en el amor.
Como granos que han hecho el mismo pan,
como notas que tejen un cantar,
como gotas de agua que se funden en el mar,
los cristianos un cuerpo formarán.
A la mesa de Dios se sentarán;
todos juntos su pan compartirán.
Una misma esperanza caminando cantarán;
en la vida como hermanos se amarán.
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