Ven a mi corazón, ¡Oh, Cristo! (Tú dejaste tu trono)

Tú dejaste tu trono y corona por mi,
al venir a Belén a nacer;
mas a ti no fue dado el entrar al mesón,
y en pesebre te hicieron nacer.

Coro:
Ven a mi corazón, ¡oh Cristo!
pues en él hay lugar para ti;
Ven a mi corazón, ¡oh Cristo! ven,
pues en él hay lugar para ti;

Alabanzas celestes los ángeles dan,
en que rinden al Verbo loor;
mas humilde viniste a la tierra, Señor,
a dar vida al mas vil pecador.

Siempre pueden las zorras sus cuevas tener,
y las aves sus nidos también;
mas el Hijo del hombre no tuvo un lugar,
en el cual reclinara su sien.

Tú viniste, Señor, con tu gran bendición,
para dar libertad y salud,
mas con odio y desprecio te hicieron morir,
aunque vieron tu amor y virtud.

Alabanzas sublimes los cielos darán,
cuando vengas glorioso de allí,
y tu voz entre nubes dirá: "Ven a mí,
que hay lugar junto a mí para ti".

/// Versión Canto y Fe:

Tú dejaste tu trono y corona por mí,
al venir a Belén a nacer;
mas a ti no fue dado el entrar al mesón,
y en pesebre te hicieron nacer.

Coro:
Ven a mi corazón, ¡oh Cristo!
pues en él hay lugar para ti;
Ven a mi corazón, ¡oh Cristo! ven,
pues en él hay lugar para ti;

De los ángeles se oye un canto de paz
en que rinden al Verbo loor;
mas humilde viniste a la tierra, Señor,
a dar vida al más vil pecador.

Siempre pueden las zorras sus cuevas tener,
y las aves sus nidos también;
mas el Hijo del hombre no tuvo un lugar
en el cual reclinara su sien.

Tú viniste, Señor, con tu gran bendición,
para dar libertad y salud,
mas con odio y desprecio te hicieron morir,
aunque vieron tu amor y virtud.

Alabanzas sublimes los cielos darán,
cuando vengas glorioso de allí,
y tu voz entre nubes dirá: "Ven a mí,
que hay lugar junto a mí para ti".

/// Versión Rojo:

Tú dejaste tu trono y corona por mí
Al venir a Belén a nacer
Mas a ti no fue dado el entrar en mesón
Y en pesebre te hicieron yacer

Estr.:
Ven a mi corazón, oh, Cristo
Pues en él hay lugar para ti
Ven a mi corazón, oh, Cristo, ven
Pues en él hay lugar para ti

En el cielo las huestes gloriosas te dan
alabanza y seráfico honor.
Mas humilde viniste a la tierra
a sufrir por salvar al más vil pecador

Estr.: