Letra sin acordes
Ven, oh tú que haces nuevos
los sistemas de pensar;
que a las letras das sentido
y que amplías la visión.
Ven y toca a nuestro mundo,
tierra seca de dolor.
En el valle de la muerte
sopla vida y amor.
Ven, oh tú que intercedes
y que gimes junto a nos;
que escuchas los lamentos
y calientas nuestra voz.
Sé la llama que alimenta
y que enciende el corazón.
Ven y rompe de repente
las amarras de opresión.
Ven, oh tú el don divino
y convéncenos del mal;
frena máquinas de muerte
y de fuerza irracional.
Ven, transforma planes necios
en proyectos del vivir.
Ven, inunda nuestra era
de esperanza y de saber.
Traducción al castellano de Juan A. Gattinoni (Argentina):
Ven, oh Tú que haces nuevos
los sistemas de pensar
que a las letras das sentido
y que amplías el mirar
Ven y toca nuestro mundo:
tierra llena de aflicción
A estos huesos secos
sopla nueva vida y amor
Ven, oh Tú que intercedes
gimes con nuestro dolor.
Tú que escuchas el lamento
y que alientas el clamor!
Sé la llama que alimenta
y que enciende el corazón.
Ven, desata de repente
las amarras de omisión.
Ven, Tú que eres don divino
y convéncenos del mal.
Frena máquinas de muerte
y de fuerza irracional.
Ven, transforma planes locos,
en proyectos de vivir.
Ven, inunda nuestro tiempo
de esperanza y de saber.
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