Letra sin acordes
Hace años, una noche de frío invernal
se vio brillando una estrella sin igual.
En un pesebre fue puesto un bebé
cuya cunita de paja fue.
Ese niñito fue Jesús, el Salvador;
En un establo durmió el Redentor.
Bello lucero arriba se vio,
y su fulgor a la cuna dio.
Cristo querido, ¡cuán pequeño estás allí!
Haré lugar en mi vida para ti.
Y cada estrella que arriba se ve
me hará pensar en Jesús, mi Rey.
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