Letra sin acordes
Abate con el hacha de tu fe
el árbol larvado del miedo,
// cuya sombra oscurece tu cielo
y la senda no te deja ver.//
Y quema ya los restos de su horror
en la hoguera de la confianza;
// que se encienda a sí tu esperanza
alumbrando a tu alrededor. //
Estr.:
Que ya en su sangre venció,
en tierras de Jerusalén,
// aquél que murió por tu bien
y hoy resucitado te llama al amor. //
Habiendo ya vencido el terror
que atara tu alma y tu cuerpo,
// ve a sembrar para el hombre nuevo
la simiente que fecunda de amor. //
Y cuando libre ya, florezca al fin,
podrás compartir con tu pueblo
// aquel trigo que es pan del cielo
y es nuevo vino de la vid. //
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